Hace 12 años comenzó todo. En una fiesta cualquiera donde él tocaba la caja flamenca. ¿Curioso, verdad? Patri tocando la caja flamenca… Eso mismo pensó Rocío.
Nunca más lo volvió a hacer, pero funcionó. Llamó su atención y, sin pensarlo, comenzó una historia de amor, de risas, de aprendizajes, de viajes infinitos y muchísimas experiencias que nos han hecho crecer.
Lo nuestro es un amor sano (y no porque nos pasemos el día haciendo deporte) sino porque es un amor honesto, bonito y real. De esos que no necesitan decir mucho pero que lo dicen todo con una mirada.
Por lo que decidimos dar un paso más. ¡Nos casamos! Y queremos celebrarlo con vosotros, las personas que han sido testigos, cómplices y parte de esta historia.